La comunicación social ha cambiado mucho en los últimos años, la dinámica que proponen las nuevas tecnologías han refundado muchos de los códigos que creíamos establecidos. Esto no significa que la comunicación se ha mediatizado, muy por el contrario, la tecnología ha generado el concepto de comunidades y la narrativa con la que nos dirigimos a ellas ha vuelto a ser local. En muchos casos sostenemos conversaciones en tono personal o íntimo cuando nos dirigimos a grandes audiencias.
Entender esa dinámica, en el interior de nuestras regiones, nos ha dado un enfoque estratégico, que nos permite acercarnos a las necesidades y requerimientos de información de las distintas audiencias para las que preparamos mensajes, piezas de comunicación o relacionamiento.